El 30 de Marzo, en Seattle, en solidaridad con Simos Seisidis -el día que comienza su juicio y el día de la solidaridad internacional con él- un grupo de anarquistas lanzó una bandera desde la azotea de un centro comercial y ató otra del otro lado de la calle. En la bandera de la azotea se leía, “¡Libertad Total para el Anarquista Griego Simos Seisidis. Cualquier persona que defiende un banco es un tonto o un policía!” La otra decía, “No por lástima ni por obligación, sino porque somos anarquistas, la solidaridad es nuestra arma”. Bengalas y bombas de humo fueron arrojadas al cruce con el fin de interrumpir el tráfico en hora pico y más de mil doscientos folletos fueron arrojados desde el techo y en la calle. Lo hicimos a pesar de la presencia de una patrulla policial estacionada en el cruce. Una multitud de peatones se reunieron, agarraron folletos y hablaron con entusiasmo sobre lo que habían visto, mientras los anarquistas desaparecieron en cuestión de segundos. La gente fue escuchada comentando positivamente acerca del “rápido grupo anarquista”, uno incluso se subió al techo, miró hacia la bandera de abajo, y alzó los puños en el aire con entusiasmo.
A continuación se presentan fotos de la acción y el texto del volante.
Libertad para Simos
Si atacamos bancos, es porque reconocemos al dinero como causa central de nuestra miseria.
En Seattle, como en Atenas, muchas personas viven en la pobreza, en una miseria cotidiana donde la vida se convierte en mera supervivencia, mientras la patronal y los bancos les roban el tiempo y la dignidad. La policía, los tribunales y las prisiones existen para todos aquellos que se atrevan a enfrentar esa miseria. Cada vez, más y más personas son perseguidas, golpeadas o asesinadas a manos de la policía y el estado. Las prisiones funcionan para destruir la pasión, para servir como un depósito de indeseables, para difundir la desesperación, para matar a los espíritus rebeldes, para ejecutar, simple y llanamente.
Pero en los EE.UU., como en Grecia, como en todas partes, hay quienes no se arrodillan ante este sistema de explotación. Hay quienes ponen la desesperación y el miedo atrás. Aquellos que se apropian de la vida. Aquellos que toman acciones. Hoy, 30 de marzo de 2011, comienza el juicio para “los ladrones de negro” en Atenas, Grecia. Esto implica el robo al Banco Nacional en enero de 2006 en el centro de Atenas, así como otros seis robos a bancos. Es el mismo caso por el que fue condenado el anarquista Giannis Dimitrakis a doce años de prisión.
Hoy, nuestro compañero Simos Seisidis está en el lugar de los acusados. Él estuvo huyendo durante cuatro años, y cuando fue capturado le dispararon en la parte de atrás de la pierna, lo que condujo a su amputación. Independientemente de los crímenes que se le imputan, la interminable lucha por la libertad es el crimen que él siempre ha cometido. Hacemos oídos sordos a sus sentencias moralistas. En cambio, oímos alto y claro el grito de la libertad y la fuerza de la pasión mientras ellos intentan quebrar lo que nunca se romperá.
¡La solidaridad es nuestra arma! ¡Muerte al estado griego! ¡Muerte a todos los estados!
El espectáculo quiso hacernos parecer terribles. Nosotros intentamos ser mucho peor.
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