En una madrugada del pasado mes de Marzo de 2011, varios activistas por los derechos animales realizamos el rescate de 44 conejos de una explotación situada en el Estado español. Encontramos miles de conejos afinados en jaulas, en las que pasarán la totalidad de sus vidas, saliendo únicamente de ellas para realizar el trayecto al matadero, lugar donde serán asesinadas, víctimas del especismo.
Tras el rescate de estos 44 individuos nos dirigimos a un lugar libre y seguro, donde por primera vez en sus vidas tuvieron contacto físico con la tierra, olisquearon la vegetación y disfrutaron del calor mutuo ofrecido por sus cuerpos en las que fueron sus primeras madrigueras.
Allí pasarán el resto de sus días, libres de la esclavitud que se les había impuesto por el hecho de pertenecer a una especie diferente. Ahora ellos serán los únicos dueños de sus vidas, disfrutando así por justicia de la libertad que les fue negada.
Queremos recordar que esa noche 44 individuos fueron libres, pero dentro de la granja visitada permanecen miles de individuos que no corrieron la misma suerte. En estos mismos instantes, miles de millones de animales en todo el mundo continúan viviendo el drama de su realidad cotidiana, explotados hasta su muerte por una discriminación arbitraria e injusta, desposeídos de la consideración que merecen en base a su capacidad de sentir.
Todos los individuos sintientes merecemos y deseamos el mismo respeto, independientemente de la especie, raza, sexo o inteligencia que nos caracterice.
Queremos indicar que todos los activistas que participamos en dicho rescate somos veganos, lo que implica el completo rechazo a la colaboración con la explotación animal en cualquiera de sus ámbitos. Salvar vidas es una acción cotidiana en la que todos podemos participar: viviendo veganos estamos ofreciendo a multitud de individuos la abstención de la esclavitud de sus vidas.
El especismo es la discriminación que más sufrimiento produce, y a su vez es la más generalizada de todas las formas de opresión que encontramos en la actualidad. Los asesinatos al resto de animales forman parte de la cotidianeidad mientras se encuentran completamente normalizados, por tanto resulta imprescindible que el mayor número de personas se sume a esta lucha.
En memoria de todos aquellos que quedaron atrás, no existe el olvido.
No financies la explotación: hazte vegano.
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