¿Es que estamos condenados, los que vivimos el presente, a nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar ni por un momento una tierra regulada solo por la libertad? ¿No nos queda otra opción que la nostalgia del pasado o la nostalgia del futuro? ¿tendremos que esperar a que la totalidad del mundo sea liberado del control político antes de que uno sólo de nosotros pueda experimentar la libertad? La lógica y la emoción se alían para condenar tal oportunidad. La razón estabece que uno no puede luchar por aquello que no conoce, y nuestro corazón se rebela frente a un universo tan cruel como imponet tal injusticia a nuestra generación, sola ante la humanidad.
PARRHESIA
http://www.laletraindomita.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario