EXTRAÍDO DE CULMINE |
Queridxs compas de la Conspiración de Células del Fuego de primera fase:
Quizás ya muy tarde, y seguramente muy brevemente, respondo a su llamado, a su propuesta.
Pero respondo con un corazón solidario, dentro del infinito tiempo de la lucha por la libertad.
Respondo con un cálido y revolucionario amor, dentro del infinito tiempo de nuestro camino revolucionario sin historia, más allá de cualquier falsa historia de las reglas, donde nuestras generaciones en lucha son el único presente siempre vivo.
Les saludo y abrazo como he abrazado las señales, las muy valientes señales de sus acciones y palabras, y las de lxs demás -y otrxs como nosotrxs- eso me llega junto con los 7.000 días de prisión sin lo más mínimo de aburrimiento, de desesperación, de arrepentimientos. Estas son señales de persistencia, de continuidad y de la difusión de la lucha por la libertad, donde 0 o 7.000 días no importan, porque son signos de la misma lucha, porque lo que importa es la lucha por la vida, por la libertad. No importan los años, siglos de prisión, o nuestras muertes en combate. Sí, son pesadas como montañas… pero no importa, porque, si la lucha vive, continuaremos con vida, continuaremos con vida aunque estemos muertos o pasemos siglos en prisión, hemos caído como mujeres y hombres libres, y eso es lo que queda. Porque quién ha vivido y vive verdaderamente la lucha, ha vivido y vive la libertad que nos une. En ese entonces, nuestro espíritu rebelde jamás podrá volver a la vil y aniquiladora esclavitud de esta civilización de amxs y asesinxs ladronxs, con su historia y su época de destrucción y explotación.
Un espíritu rebelde e insurgente es un espíritu sereno, un espíritu con tiempo porque vive en un continuo presente hecho de solidaridad. Solidaridad que por definición une generaciones, une los esfuerzos, une el acto, une nuestras vidas, une nuestros corazones, por muy diversos y materialmente lejanos que estén, ¡han vivido, viven y vivirán!
Pueden hacer sus juicios, pero estos no son más que los signos de su cobardía, de su miedo, de su decadencia. Pueden llamarnos terroristas, eso es sólo el signo de que golpeamos al objetivo, es sólo una señal de su derrota frente a cada síntoma de de la insurrección descontrolada. Ruidos insurreccionales e individualidades insurgentes que, una por una y todas juntas, demuestran que no apoyan su gobierno, su terror, sus mentiras y divisiones que por milenios han usado continuamente para mantener su explotación y dominación, para continuar con su loco camino a la destrucción global.
Solidaridad, amor y coraje a ustedes, compas de la Conspiración de Células del Fuego, a ustedes que ya tienen un nombre que ridículamente buscan procesar, ¡pero la lucha revolucionaria no puede ser enjuiciada!
Solidaridad, amor y coraje a ustedes, compas de la Conspiración de Células del Fuego sin nombre, la de segunda fase que, acarreando la ofensiva revolucionaria y la represalia, hacen temblar a lxs amxs y también a sus vasallxs, ¡ustedes son la viva demostración de que la lucha revolucionaria no puede ser enjuiciada!
Solidaridad, amor y coraje a ustedes, compas de todo el mundo, quienes son la desenfrenada insurrección y organización que derrotará a toda autoridad, cada Estado, cada amx, devolviendo la vida, devolviendo el futuro, devolviendo la libertad a éste mundo.
¡Por la insurrección permanente, hasta la Liberación total!
¡Anarquía!
Marco Camenisch,
Noviembre de 2011, desde la cárcel suiza.
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