15 octubre 2011

PARADIGMAS

POR CRIS *TANWOOD
Resolver el paradigma social, lleva en ello las instancias de generar la avanzada liberadora partiendo primeramente por la restauración del suyo, del ser, propio y único. De ahí hacia afuera. La transversalidad de percepciones desplegadas, desarraigadas ya del carcoma de poderes que se confrontan dentro de las estructuras sociales concretas y dentro de nosotr@s mism@s debiesen ser abolidas, si no destruimos las instancias de poder que pululan dentro de cada cual, la guerra social declarada al estado/capital, no surtirá jamás efecto. Y más aun, si nuestras percepciones giran en torno a la mecanicidad que provoca la uniformidad economicista de la explotación del mercado sobre nuestras deterioradas vidas, si solo vislumbramos la explotación y opresión económicas como la única, estaríamos comenzando con una derrota, al no ver las opresión y todo lo que ocurre dentro de nuestra propia “clase”
(por darle un nombre que identifique ciertos elementos de antagonismos creados por el capital), destruyamos el ejercicio de autoridad, será tal vez dentro de ciertas abstracciones, lo único plausible, capaz de destruir, por un momento fugas de ese rincón de las celdas mentales. 

El paradigma no germinará en la extensión de la amalgama social viva, si vivimos estancos y repetitivos, sumándonos a las fuerzas sociales ya existentes, con la capacidad apagada de crear algo nuevo, utilizando los recursos con los cuales contemos, desde ahí atacamos, sea éste el empleo de violencia explícita, intrínseca, o el desenvolvimiento de los saberes no ortodoxos, horizontales, libres y fuera de estructuras coercitivas generadoras de opresión. 

Desde ahí el reconocimiento de la inteligibilidad del pensamiento y la curiosidad inquisitiva para el desarrollo cognoscente del ser único e irrepetible, para con ello se faculten los saberes necesarios que nos aboquen al verdadero objetivo, sin obstáculos semánticos como, “los que detentan el poder, los titiriteros”, etc. que más sólo entorpecen el paso a una acción insurrecta concreta, y legitima la capacidad de la germinación de quienes son la causa de la explotación y opresión, más también los esclavos resignados quienes la alimentan. 

La guerra está declarada, y no es esa guerra de clases que esperan l@s revolucionari@s, de l@s pobres contra l@s ric@s, pero es innegable que si existe servidumbre del primero al segundo. Como también es cierto que se está combatiendo a la pobreza, pero no es en el generar alternativas a esta economía de libre mercado, más bien, la guerra es contra l@s pobres. No son solamente los del centro,- quienes han centralizado la guerra social., o el choque de las contradicciones, tod@s quienes se alzan y se abaten de manera violenta o no violenta hacia las estructuras coercitivas, deslegitiman las instancias de avanzada en la expansión de un sistema miserable y de miserables, pero esos momentos de ludismo incendiario nacen y mueren de inmediato, en base a “roles y “esquemas” por el cual nos desenvolvemos dentro de las contradicciones de la vida, siendo nada más que indeseables, no nos alcanza para otra cosa, por la sujeción de preceptos y como se comportan las dinámicas del poder y las lógicas de esta economía. 

Las consignas de aquellxs “revolucionarixs” de la nada, aspiradores de la nada, y realizadores de la nada, están estancos por la incapacidad de superar sus luchas, siempre acordes a las necesidades de un mercado, siempre en manos de reformar esta sociedad hacia los fines de quienes eligen para que conduzcan sus vidas. 

No es necesario conducir mediante acciones la pólvora a la vanguardia, al justificar lo que no necesita de explicaciones mediantes “cartas bombas” a la prensa, que sólo niega el paso hacia un sedicioso despertar, tergiversando todo a su antojo, siempre protegiendo los intereses de un estrato social poseedor de las riquezas de la tierra. 

El autoritarismo y el poder se miden a su vez en el sentido de autosatisfacción de quienes han querido aparecer, de quienes no son un@s con tod@s, más bien son un@s por sobre to@s. El hecho justifica la acción insurrecta, la información adicional, es sólo una burda formalidad autocomplaciente.

Cris *Tanwood*, Desde alguna región del estado $hileno.

Otro texto del autor: "Algunas reflexiones, falsas reivindicaciones y pleonasmos acríticos e inmóviles"

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